La síntesis del caucho, realizada en 1909 por el químico alemán Fritz Hofmann, no tenía entonces ninguna importancia práctica debido a la baja de precios del caucho natural; pero el auge vertiginoso de la motorización en los últimos decenios sentó las premisas para que la síntesis del caucho se desarrollara como una rama poderosa de la gran industria química moderna.
El caucho sintético posee una resistencia a la tracción menor que el caucho natural y no es tan extensible como éste. En general, aventaja a éste con su mayor resistencia a los solventes orgánicos, aceites, petróleos y sus derivados; su menor oxidación y envejecimiento originado por el calor o los productos oxidantes y su menor permeabilidad ante los gases.